lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 3 :D


Capítulo 3: Sus arrugas
Abrió la furgoneta y vio a Luke durmiendo entre pistolas y cámaras. A su lado apareció Jean, su amigo periodista que compartía con él una afición muy sangrienta. Mientras que hablaban fuera de la furgoneta, Luke se despertó. Escuchó como hablaban:
-¿Qué hace ese niño en la furgoneta?
-Le he encontrado hurgando dentro y no me quedaban más opciones.
-No importa, espero que a ti tampoco te parezca mal que me haya traído a la novia de mi hermano.
-¡Hum! ¿Ya estás metiéndote en líos? Esta aldea es la prioridad ahora mismo. Prepara las armas para entrar.
-Sigo sin entender porqué no te conformas con esto, también quieres destruirla.
-Que iluso eres. A la gente no le interesa una portada que diga:
Se encuentra una aldea indígena.
Les interesa algo más interesante como:
Unos guerreros indígenas atacan a dos reporteros y luego queman sus cuerpos.
-Si, me parece un plan increíble. Menos porque yo no quiero que me quemen.
-Tranquilo, nosotros quemaremos los cuerpos de la novia de tu hermano y el niño, para así poder contar una noticia mucho más impactante.
Luke abrió los ojos platos y comenzó a temblar. Tenía que sacar a Mar de allí fuese como fuese.
Los dos periodistas entraron en el poblado despacio y pacíficamente para poder así hacerse con la confianza de los indígenas.
Luke se levantó dentro de la parte trasera del coche y empezó a empujar la puerta para salir. Puesto que no se abría bajó las manos y rozó su bolsillo. Notó una llave en su interior, la sacó para ver de cual se trataba y sus labios se arquearon formando una esplendida sonrisa. Cerró los ojos y su mano se empezó a calentar, la colocó contra la cerradura y la fundió.
Sacó del descapotable a Mar y se la llevó, ya despierta, al poblado para salvar a sus habitantes. Luke le contó que Azur no era ese, sino su hermano, y también lo de la portada con sus muertes. Un chico les recibió sonriente junto a la primera cabaña del pueblo.
-Hola, soy Enai. ¿Venís buscando algo?
-Necesitamos ver a la persona que está aquí al mando. Corréis peligro.-Dijo Mar muy alterada-.
-Está en la cabaña del centro, ¿Qué ocurre?
-Es largo de contar, apártate.
...
-Luci, ¿estás segura de que es por aquí?
-Pues claro, además estamos buscando indígenas, no un centro comercial.
-Está bien.
-Oye, lo que me contaste de esas llaves... ¿Cómo es que te ocurre si no la tienes?
-Puede que de tanto usar ese poder, esté empezando a convertirme en eso.
-¿Con eso te refieres a la mujer antorcha?
-No, a alguien que sabe cambiar la temperatura de su cuerpo.
-Pero no controlarla.
-Sí, eso pasaría si tuviera la llave. Espero que le esté sirviendo a Luke.
...
Luke y Mar entraron en una especie de sala tropical decorada con hojas y flores, acompañados de Enai.
Un hombre muy viejo les esperaba sentado en su trono.
-Buenas noches, Abuelo. –Dijo Enai retirándose de la sala-.
-¿Qué queréis? ¿Venís con los nuevos invitados?
-¿¡Invitados?! Esa gente os va a matar junto con nosotros para ganarse una buena exclusiva. –Le gritó Mar-.
-Silencio... No he pedido tu opinión sobre esa gente. Tengo 113 años y ya se distinguir a la gente buena de la mala.
-¿Es que no va a hacer nada al respecto? –Dijo Luke desesperado-.
-No es necesario actuar contra ellos. Somos más fuertes.
-No, no lo somos. Ellos tienen armas...
Tras esto entraron en la sala. Se acercaron al anciano y sin dudarlo dispararon contra él.
Una bala atravesó su pecho, que se cerró inmediatamente después del disparo. Ese hombre ya había dominado la rosa, o por lo menos, Luke solo encontraba esa explicación.
Jean empujó a Luke contra Mar e hizo que se le cayese la llave de las manos. Agarró con fuerza la llave y sintió su poder. Sus ojos se iluminaron y se acercó más al anciano.
Con una fría sonrisa en su cara, colocó la mano sobre su frente quemando su cuerpo por completo y creando un último aliento para el jefe de esa tribu. Antes de morir, Mar y Luke escucharon desde el suelo.
-Se acabó. Teníais razón... Una llave no puede vencer el poder de... otra...
Después de escuchar esto, salieron corriendo del poblado, agarraron a Enai y le contaron lo sucedido. Este les llevó a la selva de nuevo para hablar.
-Tenéis que salir de aquí, dirigíos a Tiara. Es un lugar seguro.
-Pero tenemos que coger la llave.
-Eso es imposible, la intentaré coger, pero mientras tanto id a donde os digo. Por favor. Os la haré llegar.
Luke le dio las gracias y corrió junto con Mar escapando de las llamas que ya cubrían la aldea.

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